Psicóloga y Educadora Social

COLABORACIÓN DE LOS PADRES DE NÑOS Y NIÑAS CON ALTAS CAPACIDADES INTELECTUALES CON EL CENTRO EDUCATIVO

Tanto la familia como el centro escolar somos los dos principales agentes educativos de nuestros hijos e hijas. Por ello, para promover el desarrollo integral de nuestro hijo o hija con altas capacidades intelectuales es fundamental que ambos colaboremos, lo que repercutirá, sin duda, en una educación más coordinada y consensuada y en que tenga una mejor evolución y rendimiento.

Por ambas partes, es importante que nuestro hijo sea aceptado como es, ajustando las expectativas y estableciendo un equilibrio entre estimular sus capacidades e inquietudes sin exigirle y presionarle demasiado. Es necesario tener en cuenta que una estimulación desajustada, ya sea por exceso o por defecto, puede hacer que los niños y niñas de altas capacidades tengan un bajo rendimiento e, incluso, fracaso escolar, afectando también de forma negativa a su autoestima.

Por todo ello, es prioritario que tengamos una actitud positiva hacia el centro educativo y que facilitemos un trabajo de colaboración y coordinación para avanzar en la misma línea.

En concreto:

•  Fomentar una relación positiva y fluida de colaboración con el centro (tutor/a, servicio de orientación, etc.) que nos permita compartir información y establecer pautas educativas consensuadas, coordinadas y coherentes, que sean percibidas así por nuestro hijo, y tomar decisiones adecuadas a sus necesidades. Se puede fomentar a través de las reuniones con el tutor/a, con el orientador/a, etc. Desde ambas partes, es conveniente promover un clima cooperativo y cálido de ayuda y apoyo mutuo, respeto y confianza, estableciendo vías de diálogo bidireccionales y diferenciando los roles de cada uno. El centro ha de propiciar también la participación de la familia en el proceso educativo de su hijo o hija, integrándoles y contando con su opinión y apoyo.

•  Favorecer el diálogo y la comunicación con el centro, ofreciendo toda la información que pueda ser relevante, tanto en la identificación y evaluación psicopedagógica de nuestro hijo o hija, como en la definición de la respuesta educativa más adecuada: información tanto sobre nuestro hijo (desarrollo evolutivo, conductas, características, intereses, etc.), como sobre el entorno familiar (características del contexto sociofamiliar, pautas educativas que desarrollamos, etc.).

 Por su parte, el centro ha de informar a las familias sobre su desarrollo escolar, sobre el proceso de intervención educativa (detección y respuesta educativa), sobre orientaciones educativas, sobre el perfil de altas capacidades (para ajustar sus expectativas), recursos educativos y, fundamentalmente, transmitir un mensaje de apoyo tranquilizador para disminuir posibles miedos y ansiedades. El centro ha de informar a la familia sobre recursos adicionales que existen en la comunidad y en el barrio, a los que puede acceder, para complementar y enriquecer las actividades del aula (actividades extracurriculares y extraescolares, posibles ayudas, campamentos de verano, actividades culturales, etc.), así como facilitar el contacto con asociaciones de padres y madres.

•  Promover el trabajo conjunto y coordinado a través de pautas educativas familiares y escolares coherentes, de un proceso de información continuo, orientaciones a las familias y el establecimiento de acuerdos conjuntos para educar al niño en la misma dirección, evitando así posibles discrepancias y enfrentamientos.

Referencias bibliográficas

Alumnado con Altas Capacidades Intelectuales. Recuperado el 2 de diciembre de 2017 de http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/web/servicios/necesidades_apoyo_educativo/otras_neae/altas_capacidades_intelectuales/que_es/

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