Psicóloga y Educadora Social
¿QUÉ ENTENDEMOS COMO DEPRESIÓN INFANTIL Y ADOLESCENTE?
Al hablar coloquialmente de depresión (p.ej., “mi hijo está deprimido”, “estoy depre”) se alude con el mismo término a cuatro conceptos diferentes:
1) Tristeza normal.
Sentirse triste, apenado o abatido es una de las condiciones de malestar psicológico más frecuente. Sin embargo, estos estados de ánimo deben diferenciarse de la depresión como síntoma.
2) Depresión como síntoma.
Se refiere a una tristeza de carácter patológico para la cual hay que valorar la frecuencia, intensidad y duración.
La tristeza normal se convierte en síntoma cuando aparece con mucha frecuencia y durante mucho tiempo (p.ej., casi cada día, durante la mayor parte del día) y cuando es tan intensa que p. ej., el niño llora de forma exagerada, desconsolada, incontrolable, afligida por cualquier cosa. Esta tristeza o estado de ánimo deprimido está presente en la mayor parte de los trastornos psicopatológicos y en otras condiciones médicas.
3) Síndrome
Es decir, conjunto de síntomas relacionados que aparecen conjuntamente y que suelen estar formado por los síntomas de:
Un síndrome que también se encuentra en niños y adolescentes acompañado a otros trastornos mentales (TOC, trastorno de ansiedad por separación...) o enfermedades médicas (cáncer...)
Hay que diferenciar:
para diferenciar la depresión normal de un síntoma hay que valorar:
1. la frecuencia, duración e intensidad
2. la valoración de los comportamientos respecto a los niveles previos
3. el funcionamiento habitual del niño o adolescente
4. el grado de interferencia que producen los supuestos síntomas en la vida diaria.
4) Trastorno
Es decir, un síndrome depresivo para el cual se han indicado ciertos parámetros de:
A. duración (mínimo dos meses)
B. gravedad (al menos cinco síntomas que provocan un malestar clínicamente significativo)
C. cuso o historia natural (p.ej., cambios respecto a la actividad previa)
D. disfuncionalidad (provocan deterioro escolar, social)
E. se han descartado algunas posibles causas (enfermedades médicas, drogas, duelo, esquizofrenia...)
¿En qué se diferencia la depresión infantil y adolescente de la depresión de adultos?
La opinión más consensuada hoy es que la fenomenología de los trastornos depresivos es siempre la misma en cualquier edad, pero que ésta modifica la frecuencia de algunos síntomas y la expresividad sintomatología de la mayoría:
En los niños más pequeños son más frecuentes los síntomas psicofisiológicos y motores, en los mayores y adolescentes los cognitivos.
En los niños síntomas como las afecciones somáticas o el retraimiento social pueden ser particularmente frecuentes. En cambio, síntomas como enlentecimiento motor o hipersomnia son menos corrientes que en la adolescencia o edad adulta.
En niños y adolescentes se definen los mismos tipos de depresión que en adultos y sólo se matizan criterios diagnósticos en función de la edad.
No todos los niños y adolescentes con trastorno de depresión padecen los mismos síntomas y con la misma duración. Unos padecen pocos, otros muchos, algunos experimentan los síntomas durante semanas, otros durante meses.
Referencia bibliográfica
Association, A. P. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. España: Editorial Médica Panamericana.